sábado, 29 de agosto de 2015

Tetris, una herramienta contra las adicciones

Por: Eduardo Rivero 

Psicólogos de la Universidad de Plymouth, en Inglaterra; y la Universidad Tecnológica de Queensland, en Australia, sugieren que jugar Tetris apenas tres minutos al día reduce la necesidad de tomar drogas, alimentos o de realizar actividades como el sexo o dormir.


Actualmente se conoce que la adicción es una enfermedad que afecta el cerebro y la conducta mediante cambios bioquímicos donde diversos neurotransmisores, así como a vías o sistemas cerebrales, tales como el núcleo accumbens, un grupo de neuronas del encéfalo el cual al estimularse libera dopamina, un importante neurotransmisor que cuenta con múltiples funciones dentro de las que se encuentra la regulación del placer o recompensa.


En la investigación, los investigadores contaron con la participación de 31 voluntarios con edades comprendidas entre los 18 y los 27 años con diferentes adicciones (alcohol, tabaco, drogas y sexo). Durante una semana, los participantes apuntaron el grado de ansiedad que sufrían diariamente y solo 15 de ellos jugaron todos los días al Tetris, unas 5 veces al día.


Los resultados revelaron que quienes jugaron Tetris mostraban una reducción de la ansiedad hasta en un 15% en todas las adicciones, manteniendo el efecto incluso hasta una semana después de concluir con el experimento.


“El deseo de algo implica imaginar la experiencia de su consumo o de realizar una actividad particular. Así, jugar a un juego visualmente interesante como el Tetris ocupa el proceso mental que soporta esa imaginación. Es difícil imaginarte viviendo algo y jugar al Tetris al mismo tiempo”, dijo Jackie Andrade, coautora del estudio.


Es la primera vez que se demuestra que la interferencia cognitiva puede ser empleada fuera del laboratorio para reducir la adicción. “El Tetris puede ayudar a la gente a manejar sus adicciones en su vida diaria o durante períodos de tiempo más extensos”, agrego.


Así mismo los investigadores refieren que el Tetris no es el único juego que puede traer beneficios, otros juegos como Candy Crush o cualquier otro título que sea visualmente interesante podría producir un efecto similar.


En el mismo contexto podemos remarcar lo dado a conocer por la American Psychologist, donde definen cuatro beneficios derivados del entretenimiento digital:


1. Beneficios cognitivos: Donde se ha demostrado por ejemplo que la gente que jugaba shooters en primera persona mostraron una más rápida y precisa asignación de atención, mayor resolución espacial en el procesamiento visual y habilidades de rotación mental mejoradas.


2. Motivación: A través del compromiso persistente que implica un videojuego, los jugadores desarrollan un sentido de identidad; es decir, una percepción dada acerca de su inteligencia y habilidades, la cual puede tener un impacto a largo plazo sobre la proclividad del sujeto para el éxito.


3. Control de emociones: Las estrategias de regulación adaptativa como la aceptación, la resolución de problemas y la reevaluación se relacionan con niveles bajos de los síntomas depresivos.


4. Habilidades sociales: Contrario a los estereotipos, el jugador promedio no es un nerd, aislado socialmente. Muchos de los juegos de hoy son multijugador, los cuales requieren la interacción con otros usuarios. Así mismo, de acuerdo con la investigación, “más del 70 por ciento de los jugadores juegan con un amigo, ya sea de forma cooperativa o competitiva”.



Referencia: Journal Addictive Behaviours, IBTIMES


sábado, 22 de agosto de 2015

¿Podrá Samsung continuar como el líder?

Justo vengo regresando de la presentación de los nuevos modelos Note 5 y S6 edge+ del gigante coreano. La presentación estuvo bien, a secas, nada del otro mundo, nada de grandes producciones audiovisuales y, digamos, fue precisa y concisa. A lo que iban. Cero especificaciones técnicas. Hace mucho que los fabricantes –todos- no ofrecen detalles de sus productos cuando hacen la presentación. Antes esto no era así, de hecho, siempre estaba la competencia de los megapíxeles, los megahertz, los miliamperes y todo esto. Pero este mundo ya cambió y Samsung y todos los fabricantes importantes lo saben.


El celular ya no es un producto más. Es el principal producto por el cual se mueve la industria de la tecnología y las telecomunicaciones. Poco a poco va desplazando a las computadoras tradicionales para llevar a cabo muchas actividades. Si bien la PC no va a desaparecer, sí estaremos usándola cada vez menos, cada vez más para estricto trabajo que no se pueda llevar a cabo en la “pequeña” pantalla celular.


Hablando de celulares, en septiembre de 2011 Samsung se aventó al ruedo con su primer “Note”. Es “gigante” fueron los primeros comentarios, “raya en lo absurdamente grande” decían por ahí, “préstame tu Tablet-teléfono”. Y sí, en un principio se consideraba demasiado grande pero el fabricante siempre dijo que había mercado para este tamaño de dispositivos. El paso del tiempo parece que le dio la razón y hoy existen en el mercado decenas de opciones con pantalla “grande” enfocadas al trabajo y la productividad.


Los nuevos modelos no ofrecen nada realmente nuevo. Hace mucho que ningún fabricante ofrece nada realmente nuevo ni que venga a ser un parteaguas en la industria. Parece que hay que acostumbrarnos porque este negocio maduró muy rápido y digamos que en pocos años hemos vivido de la no existencia del smartphone hasta nuestros días. Así es que en ese tenor se parece un poco a la industria automotriz. No hay grandes cambios sino una combinación de sutiles ajustes año con año. Modelo tras modelo.


Creo que eso mismo sucede con la industria de los celulares. SI bien hay movimiento y posicionamientos dentro del mercado, Apple sigue “lidereando” desde que presentó el iPhone original. Hoy todos los celulares se parecen al iPhone, queramos o no, seamos fans de “la manzana” o no. En algunos contados casos –como el gran tamaño de la pantalla- otras firmas como Samsung han innovado y Apple ha copiado, pero en general, es al revés. Así es la industria. No hay que apasionarse mucho ni tirarse al suelo a sufrir de más.


En el caso específico del nuevo Note 5, he leído y escuchado diferentes comentarios. Algunos aseguran que es el fin del mundo como lo conocemos porque Samsung decidió retirar la ranura de expansión del Note, “¡Pero cómo! Sí es un equipo para la productividad, ¿dónde voy a guardar mis archivos?”. ¿En serio? Creo que se desbordan las pasiones y muchos se quejan por deporte, o para llamar la atención. Cuando Apple quitó por primera vez las unidades de diskette en las iMac y luego los CD en versiones posteriores, todos pegaron el grito en el cielo, pero el mundo no colapsó y esos métodos de distribución de contenido quedaron en el recuerdo.


Ahora, ¿realmente terminó la era del Note porque le quitaron la ranura de expansión? ¿O porque la pila no es extraíble?, “pero si es para la productividad, la gente que trabaja realmente necesita mucha batería”. Sólo conocí a una persona que siempre llevaba dos baterías debidamente cargadas y eso era en la época de reinado de Blackberry. De ahí en fuera, no conozco o no me ha tocado ver las hordas de altos ejecutivos que llevan dos o tres baterías perfectamente cargadas para estarlas cambiando cual cartuchos de ametralladora … es un gran mito eso de la batería intercambiable… que a veces puede funcionar, sí. Pero de ahí a que la gente tome decisiones de compra por estos factores (ranura y batería) creo que es muy distante de la realidad no distorsionada de los que viven fuera de la “burbuja celular”. Vaya, el 95% de los usuarios.


¿Tendrá éxito Samsung con estos teléfonos poco revolucionarios en términos generales? Pues ya dependerá de muchos factores. El primero, creo, es hacerle olvidar a la gente que todo se basa en un par de detalles técnicos y centrarse más en la productividad desde todos los puntos de vista. Un gran acierto de la serie Galaxy desde la versión 6 es la cámara. He visto cómo toma excelentes fotos. Nunca me he quedado sin espacio de almacenamiento más que cuando grabo mucho video y lo resuelvo borrándolo una vez que lo usé. Y estoy hablando de un iPhone que siempre me acompaña, no de la familia Galaxy. Así es que sí, creo que Samsung tiene muchos más problemas –como la invasión China- de que estar preocupado por lo que “piensan” los analistas que dicen que ya se llevó el tren ese producto porque le quitaron dos funciones que, en verdad, nadie les hace tanto caso. La historia no va por ahí…



¿O tu qué opinas? ¿Eres de los que mueren por su microSD de 128GB? ¿Qué guardas ahí? ¿Películas y música pirata? ¡Ah, no! Eres de los que todas las mañanas sale de su casa no con dos, sino con tres baterías perfectamente cargadas para durar todo el día “trabajando” y cerrando multimillonarios negocios auxiliado de los gigas de archivos en la SD, todo desde el celular. ¿O me equivoco?

sábado, 15 de agosto de 2015

Publique su libro en Amazon

Por Manuel López Michelone 


Yo quiero creer que en este país hay mucha gente que escribe y lo hace muy bien. Sin embargo, los canales para publicar las ideas muchas veces son limitados o incluso, inaccesibles. En incontables ocasiones, para poder publicar un libro, por ejemplo, se requiere de conocer a alguien que lo introduzca con el departamento editorial de una casa productora de libros para que -eventualmente- el autor pueda tener su obra en papel impresa. Es decir, una especie de “palanca”, que abra un poco más la posibilidad de publicar.


Una de las limitaciones más evidentes en este esquema son las líneas editoriales. Por ejemplo, el Fondo de Cultura Económica no acepta manuscritos que tengan que ver con ciertos temas, por ejemplo, auto-superación. En cambio otras editoriales lo que buscan es hacer de la impresión y venta de libros un asunto comercialmente víable. Hay editoriales que buscan temas coyunturales (el sexenio de las casas escandalosas, o las mujeres del candidato X, etcétera). En este caso lo que buscan es vender mucho y rápido con el tema de moda. Cuando éste pasa, los restos de las ediciones bien pueden tirarse porque nadie las va a leer. Pero incluso yendo a editoriales que promueven los temas que los escritores que se acercan a ellas tengan, muchas veces no cumplen con lo que buscan los editores y son rechazados. Así, en este panorama muchos libros se guardan por años en cajones y finalmente son desechados por una multitud de razones.


Por suerte tenemos Internet y una opción es crear una página web y ahí publicar nuestras ideas. Para un blog suena sensato pero para escribir un libro, el blog tal vez no es la mejor idea. Hay sin embargo otras posibilidades: Lulu.com es un sitio donde uno puede subir su libro, asignarle el precio que uno quiera y venderlo en esa plataforma. Hay paquetes para todos los gustos, necesidades y bolsillos. Incluso se pueden crear libros electrónicos de forma gratuita. Un servicio de Lulu.com es que se pueden pedir obras impresas y ellos se encargan de imprimir y enviar (con los costos que esto tenga), a quienes les interese un volumen en papel real.


Otra opción es Amazon. Tienen un programa para la publicación de libros electrónicos para su plataforma Kindle. En particular me interesó la idea y decidí probar suerte. Como tenía un libro que había escrito hacía unos seis meses (y que me llevó escribirlo una cantidad similar de tiempo), vi qué tenía que hacer para ponerlo a la venta en la tienda virtual de Amazon. Cabe decir que el manuscrito original está en MsWord y de hecho Amazon proveé una serie de documentos (también en formato electrónico, que pueden leerse con su aplicación Kindle en la PC o cualquier dispositivo imaginable), en donde indica paso a paso qué hacer para crear la versión electrónica de un libro. El documento que leí se adhiere al formato que maneja MsWord y nos guía sobre cómo hacer el índice del libro, la tabla de contenidos, cómo se manejan los pies de página, las referencias, etcétera. Si se hace con atención y se siguen todas las indicaciones, el “formatear” un libro para la tienda Kindle de Amazon es algo que no tiene mayor ciencia, pero eso sí, hay que ser cuidadosos.


Luego viene la parte de la portada, la cual pide Kindle, sea una imagen de al menos 1000 pixeles en la parte más larga de la hoja. 1000 x 1600 pixeles parece ser una opción razonable, conservando la razón 1:1.6. La misma guía indica que la portada es una parte importante porque finalmente esto es lo que atrae muchas veces al lector a hojear siquiera el libro. Kindle sugiere conseguir a un diseñador profesional que se encargue de la portada aunque también da una herramienta para que si uno quiere como autor, haga su propia portada. La gente de Amazon no recomienda a nadie en particular, pero evidentemente hay muchos diseñadores gráficos que por un precio razonable podrían hacerle esa tarea. En mi caso le pedí a mi hermana, que es diseñadora gráfica que me hiciese la portada de mi libro.


kindle-kdp01Finalmente hay que guardar el libro en un formato HTML el cual Kindle quién sabe cómo lo maneja exactamente, pero cuando uno sube el libro a los servidores de Kindle, si todo está bien puesto, se tendrá un libro electrónico completo. El autor le pone precio a su obra y el porcentaje a ganar es del 35%, lo cual es muy superior a lo que dan las editoriales normalmente. Claro, aquí no hay que imprimir nada, no se gasta tinta, ni papel. Todo es en formato electrónico.


Pasando unas horas, después de haber llenado los cuestionarios de Kindle, el libro estará ya a la disposición de quienes quieran comprarlo (Amazon le mandará un correo cuando esto ocurra, que en general es después de algunas horas). Si usted tiene un libro que nadie le ha publicado por las razones que sean, ésta parece ser una buena plataforma porque finalmente Amazon es el líder del mercado.



Referencias:


Kindle Direct Publishing

sábado, 8 de agosto de 2015

¿Por qué sigo usando Office de Microsoft y no Google Docs?


Por Javier Matuk


Es simple. La fuerza de la costumbre como punto principal. Aunque debo aceptar que en enero, con eso del año nuevo, dije “adiós al Office, debo poder hacer todo lo que necesito con alguna otra solución”. He usado –o intentado usar- la opción de Apple: Pages, Numbers, Keynote, pero nomás no me siento “en casa”. Creo que son aplicaciones muy poderosas, pero no para mí.

Entonces, ¿Google Docs? Probemos. Por qué no. La idea o el concepto de “la nube” para documentos no es nueva y, de hecho, en unocero usamos esa plataforma para algunas cosas puntuales y nos funciona de maravilla. Pero en términos generales, para el día con día, no. Veamos por qué.


Durante el tiempo que paso en la oficina, como muchos, me imagino, me dedico a producir cierto número de documentos: textos de dos o tres páginas, hojas de cálculo simples y una que otra presentación. Para los documentos de texto, cotizaciones, digamos, te piden algo nuevo y de inmediato piensas “mmm, ¿qué tengo hecho parecido?”. Entonces le buscas en tus carpetas y dependiendo qué tan organizado eres, lo encontrarás en un minuto.


Partiendo de ese punto, que el 90% de los documentos que hago “nuevos” nacen de la modificación de otros, es entonces donde la filosofía de Google Docs no me funciona. ¿Por qué? Pongamos un ejemplo. Acabo de abrir una hoja de Excel con unos números. Quiero sacar una impresión para distribuir una copia en papel a ciertas personas. Doble clic en el nombre del archivo, lo tengo en pantalla, le modifico márgenes y demás para “que quepa” en una hoja y listo. Mando a imprimir. Cierro Excel y “no quiero guardar los cambios”. Listo. A lo que sigue.


Es aquí donde Google Docs no piensa como yo y al estar siempre en “la nube” constantemente está guardando los cambios ¡ohhh, pero si yo no quería guardar nada! También con documentos de texto, a partir de una versión anterior quieres modificar algo y crear una nueva, con el típico nombre “-Revision1” o lo que sea. Pero pues no. Es así como comenzó mi desilusión con esta propuesta de parte del gigante de Internet. De hecho las primeras veces me “di de topes” para poder entender qué estaba pasando “si nunca le dije que grabara, por qué ya me guardó los cambios” …


Decidí buscar si había alguna forma de “desactivar” esto y no encontré nada. De hecho es lógico que siempre esté guardando todo ya que la conexión a Internet se puede interrumpir en cualquier momento y se perdería el trabajo hasta el momento (es como cuando antes no había laptops con batería, solo “compus” y no tenías no-break, ¡pum! cuando fallaba la luz, todo perdido).


Entonces, ¿cómo hacerle con Google Docs? Ah, primero, antes que nada, una solución sería “Hacer una copia…” y abrir ese documento, es decir, la copia. Pero la verdad, requiere mucha disciplina y luego estar borrando lo que no se usó.


En fin. Lo que sí siempre uso en Google Sheets son algunas hojas de cálculo con listados de contactos y algunas referencias. Pero estas son sólo mis experiencias, a nivel usuario individual. Estoy casi seguro que en otros ámbitos y situaciones debe funcionar mejor.


¿Nos platicas?

sábado, 1 de agosto de 2015

Y por fin llegó Windows 10

 Por Patricio González 

Después de casi un año de espera, hoy por fin llegó el lanzamiento de Windows 10.


Con este nuevo sistema operativo Microsoft quiere crear una nueva era Windows en donde todo esté unificado en una plataforma, una tienda y una experiencia que se expande a todos los dispositivos.


Windows 10 empieza a ser lo que Microsoft piensa que debería de ser la computadora personal. Mezclándose naturalmente con tus dispositivos e interactuando de muchas maneras, tacto, con plumas, e inclusive con miradas con HoloLens.



Hemos probado Windows 10 por unos cuantos meses y la gran mayoría de los usuarios tuvo una opinión muy positiva a todos estos cambios que mezclan principalmente lo mejor de Windows 7 y de Windows 8.



Si su computadora con Windows 7 o Windows 8 está calificada para recibir la actualización a Windows 10 recibirá una notificación para descargar este nuevo sistema operativo de manera gratuita. Microsoft se quiere asegurar de que todos los usuarios tengan una excelente experiencia, así que irán desplegando la actualización poco a poco, por lo que quizá signifique que tengas que esperar un poco.